✎ 27 enero 2025 - Por Pedro Carvalho
El 27 de enero de 1967, hace ya más de medio siglo, ocurrió una de las tragedias más impactantes en la historia de la exploración espacial: los tres astronautas de la misión Apollo 1 murieron en un incendio dentro de la cápsula durante un ensayo previo al lanzamiento. Este suceso marcó un punto de inflexión en el programa espacial estadounidense y llevó a importantes mejoras en la seguridad de las misiones espaciales.
La misión Apollo 1 estaba destinada a ser la primera en el programa Apollo y tenía como objetivo probar los sistemas de la nave en órbita terrestre baja.
Durante una prueba en tierra en la plataforma de lanzamiento 34 del Centro Espacial Kennedy, los astronautas Gus Grissom, Ed White y Roger B. Chaffee estaban realizando un simulacro de cuenta atrás, cuando un incendio repentino envolvió la cabina.
La cápsula estaba presurizada con oxígeno puro, una práctica común en aquel momento para simplificar el diseño del sistema de soporte vital. Sin embargo, esto también creaba un ambiente extremadamente inflamable. Se cree que un cortocircuito o una chispa eléctrica inició el fuego, que se propagó rápidamente debido a la presencia de materiales altamente inflamables en la cabina.
Se da la circunstancia, además, de que la escotilla de la cápsula se abría hacia adentro y requería demasiado tiempo para desbloquearse, lo que impidió que los astronautas escaparan. El incendio ocurrió en cuestión de segundos, y los tres astronautas fallecieron debido a la inhalación de humo y las altas temperaturas.
El accidente fue un duro golpe para la NASA, pero también una llamada de atención que llevó a una revisión exhaustiva del programa Apollo. Entre las principales lecciones aprendidas y cambios implementados se encuentran las siguientes:
1. Modificación de la atmósfera de la cápsula:
- Se eliminó el uso de oxígeno puro durante las pruebas en tierra.
- Se introdujo una mezcla de nitrógeno y oxígeno para reducir el riesgo de incendios.
2. Rediseño de la cápsula:
- Se sustituyeron materiales inflamables por otros más resistentes al fuego.
- La escotilla fue rediseñada para que pudiera abrirse rápidamente hacia afuera en caso de emergencia.
3. Mayor énfasis en la seguridad:
- La NASA implementó protocolos más estrictos de inspección y pruebas de calidad. - Se mejoró la comunicación entre contratistas, ingenieros y astronautas para identificar posibles riesgos con mayor anticipación.
Aunque este accidente fue una tragedia,las lecciones aprendidas contribuyeron al éxito del programa Apollo. Apenas dos años después, en julio de 1969, el Apollo 11 llevó a los primeros astronautas a la superficie de la Luna, un hito que no habría sido posible sin las mejoras derivadas de este accidente.
El sacrificio de Grissom, White y Chaffee sigue siendo recordado como un testimonio del compromiso humano con la exploración del espacio, incluso frente a riesgos significativos. La plataforma de lanzamiento 34 fue retirada tras el accidente, pero un monumento allí honra su memoria.