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Seguro que en más de una ocasión has utilizado apps como Flightradar24 o FlightAware para saber dónde está el avión en el que viaja un amigo o un ser querido. Estas herramientas permiten hacer un seguimiento de vuelos en tiempo real, recibir notificaciones sobre retrasos y cancelaciones, y obtener información detallada sobre la ubicación y progreso del vuelo. Desde viajeros y sus familias, hasta entusiastas de la aviación, pilotos, controladores aéreos, periodistas y empresas de logística, estas herramientas son esenciales para planificar, observar y analizar el tráfico aéreo, pero ¿sabes cómo funcionan?
✎ 13 febrero 2024 - Por Pedro Carvalho
Flightradar24 es una aplicación que permite a los usuarios seguir en tiempo real la posición de los aviones alrededor del mundo. Funciona recopilando y mostrando datos de varias fuentes, haciendo que la información sobre vuelos sea accesible de manera visual y fácil de entender para cualquier persona.
La aplicación utiliza principalmente la información que obtiene del Automatic Dependent Surveillance-Broadcast (o ADS-B por sus siglas en inglés). El ADS-B es un sistema que trasmite de forma automática (no hay intervención de los pilotos) diversos datos de la aeronave, como su posición, altitud, velocidad, datos de identificación, así como si el aparato está ascendiendo, descendiendo o virando. Esta información es emitida desde el avión a intervalos regulares y va destinada tanto a Control de Tráfico Aéreo (ATC) como a otras aeronaves de la zona, pero por su configuración y estructura (no va cifrada) puede ser captada también por cualquier receptor ADS-B en el rango de cobertura del avión. No se trata de un capricho ni una mera curiosidad, pues desde hace unos años, las autoridades exigen que los aviones dispongan de este sistema.
¿Pueden hacer algo entonces Elon Musk o Taylor Swift?
A lo largo de los últimos días hemos podido ver en redes sociales cóno algunos personajes públicos como Elon Musk o Taylor Swift han expresado su malestar hacia los llamados «cazavuelos», aquellas personas que trackean los vuelos de sus jets privados a través de estas herramientas para, a continuación, publicar dicha información en redes sociales (un tema del que he conversado con Michael Mcloughlin para este artículo en El Confidencial), pero ¿llevan razón al quejarse?
Los datos utilizados por aplicaciones como Flightradar24, especialmente los provenientes del sistema ADS-B, generalmente se consideran de dominio público en muchos países, ya que los aviones transmiten esta información abiertamente y cualquier persona con el equipo adecuado puede recibirlos. La naturaleza de la señal ADS-B es tal que no está cifrada, lo que permite su acceso público. Sin embargo, la cuestión de si estos datos son «públicos» o «privados» puede variar según las leyes y regulaciones específicas de cada país.
Por ejemplo, en Estados Unidos, la Administración Federal de Aviación (FAA) proporciona datos de vuelo en tiempo real y los considera información pública, pero con ciertas restricciones sobre el uso y la redistribución de esos datos. Además, la FAA ofrece un programa de exclusión voluntaria llamado «Bloqueo de ASDI» (por sus siglas en inglés), que permite a los propietarios de aviones solicitar que la información de seguimiento de sus vuelos no esté disponible públicamente, lo que refleja un equilibrio entre la transparencia y la privacidad.
El «Bloqueo de ASDI» se refiere a un programa en Estados Unidos administrado por la Administración Federal de Aviación (FAA) que permite a los propietarios o operadores de aeronaves solicitar que la información de seguimiento de sus vuelos sea bloqueada y no divulgada al público a través del Sistema de Datos de Información de Servicios de Automatización (ASDI) y del Sistema de Vigilancia Dependiente Automática-Broadcast (ADS-B).
El programa de bloqueo de ASDI permite a los propietarios de aeronaves mantener la privacidad de su información de vuelo por varias razones, como preocupaciones de seguridad o privacidad personal. Es por ello por lo que muchas aeronaves privadas no salen en Flightradar. Básicamente, lo que el propietario u operador tiene que hacer es solicitar a la FAA que bloquee la información de su aeronave del flujo de datos ASDI. Para hacerlo, deben proporcionar detalles específicos de la aeronave, como el número de registro (matrícula) y, en algunos casos, una justificación para el bloqueo, pero amenazar con acciones legales a quien simplemente ha recopilado una información que ya estaba ahí no parece demasiado razonable.
En Europa tenemos una normativa más rigurosa aún. El RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) establece un marco normativo para el tratamiento de datos personales, pero los datos ADS-B, que se relacionan principalmente con la posición y movimiento de los aviones comerciales más que con individuos específicos, generalmente no se consideran datos personales. Esto es bastante lógico, que se sepa la posición de una aeronave con más de 200 personas a bordo no afecta a la privacidad de una persona en concreto que es lo que protege el RGPD. Sin embargo, en el caso de los aviones privados la cosa cambia. Si yo hago un vuelo en mi avión privado, todos los datos que identifiquen al avión me están identificando también a mí, por lo que